Online Corpusa
EZINBESTEKO IBILBIDEA
Rincón del Ebro
Nº de inventario: 079
Técnica: Óleo sobre tela
Clasificación: Objeto de arte
Medidas: 151 X 150,5 cm
DESCRIPCIÓN
A diferencia de los paisajes de la primera época, Maeztu da total protagonismo a la Naturaleza, convirtiéndose el hombre en anécdota. Ya no es el hombre quien lo protagoniza, ahora simplemente lo habita. En este paisaje, Maeztu sirve a la Naturaleza, mientras que en los cuadros de composición como “Los novios de Vozmediano”, se sirve de la Naturaleza.
En la manera de componer el cuadro apreciamos las armonías de color, tonos y ritmos. Como un esmaltador construye superficies enmarcadas por la rigidez de la línea dibujada. Las superficies se superponen unas a otras en un ritmo delicado de redondeadas colinas que concluye en una montaña de fantásticos tonos azulados que se conjugan perfectamente con el cielo y las nubes que culminan la representación. En el cuadro disfrutamos de la armonía de color, tonos y ritmos. Caballos, toros, pastores, componen un primer plano tras el cual destaca la superficie de un río quieto, estático, un espejo en el que se refleja todo lo que le rodea, pero su inmovilidad es aparente, algunas de las sombras se convierten en trazos zigzagueantes que agitan la quietud de la escena en general. En la contemplación del paisaje casi podemos decir que no ocurre nada, que todo es intemporal. No hay nada trascendente más allá de la propia Naturaleza. Hay en Maeztu un evidente panteísmo en la evocación del paisaje.