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ITINERARIO ESENCIAL
Autorretrato
Nº de inventario: 034
Técnica:Óleo sobre tela
Clasificación: Objeto de arte
Medidas: 113,5 x 76 cm
DESCRIPCIÓN
Sobre un fondo de ocre y azul cielo, se encuentra la figura del artista en posición tres cuartos. Ataviado con un traje y chaleco color óxido a juego con su chaqueta, una camisa blanca y una lazada al cuello de rayas rojas y negras. Con el cuello ligeramente ladeado, fija la mirada en el espectador mientras un mechón ondulado se escapa de su sombrero dejándose ver en su rostro. Con su mano derecha se apoya en su bastón mientras que con el brazo izquierdo, en jarra, sujeta su gabán.
Ubicado en un fondo neutro, un espacio indefinido, Gustavo de Maeztu se autorretrata no como un pintor sino con la imagen de una dandi, un gentleman. Si algo más de diez años atrás se efigiaba como un joven inquieto ahora lo hace como un hombre acomodado. Traje con chaleco de cuyo bolsillo pende un reloj de oro, bastón en la mano derecha y gabardina recogida en su brazo izquierdo, pajarita al cuello y tocado con elegante sombrero. Pero una vez más sus ojos reflejan su anhelo, su inquietud. Su retrato se escenifica en sus ojos. El rostro aparece representado en tres cuartos, como la mayoría de sus efigies. El retratado no lo contemplamos nunca en su totalidad así incide voluntariamente en acentuar cierto misterio, la imposibilidad de dominar, de abarcar en su totalidad, es decir de poseer el ser, el “yo” personal.
Gustavo se retrata como una persona refinada en el vestir y en el ademán, fiel reflejo de la sociedad en la que se quería integrar, con un aburguesamiento alejado del rebelde joven que en Bilbao quería iniciar una revolución que cambiase una sociedad en la que el artista adquiriese un gran protagonismo como constructor de la misma.