TRAYECTORIA VITAL Y ARTÍSTICA:
Agustín Ibarrola Goicoechea, nace en Bilbao, en 1930 en el seno de una familia obrera. Siendo un niño, vivió la Guerra Civil Española, episodio que marcará su vida y su trayectoria artística. Ibarrola, despierta una gran curiosidad por el arte y a los 14 años ingresa en la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao, con la intención de aprender dibujo y pintura.
Representa el mundo del trabajo en las fábricas y los caseríos, hasta que en 1948 logra su primera exposición individual en Bilbao. Esta exposición supone un cambio en su formación y se traslada a Madrid para seguir formándose en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando. No pudo matricularse al no poseer estudios por lo que acaba ingresando en el taller de Daniel Vázquez Díaz.
Su primer viaje al extranjero es a París en 1956, donde ejerce como secretario de la Asociación de Artistas Españoles y conoce a los que, junto a él, formarán el Equipo 57.
Como miembro activo del Partido Comunista es detenido en 1962 y juzgado por un tribunal militar a nueve años de encarcelamiento. Dentro de la cárcel sigue pintando y dibujando, aunque no puede firmar las obras ni exhibirlas en el exterior.
Un año después Appel for Amnisty, a través del Partido Comunista de España, organiza una exposición en Londres, París, Bélgica, Alemania e Italia con estas obras «ilegales» que actualmente han desaparecido.
En 1965 es puesto en libertad y se embarca, junto a otros artistas vascos, en la creación de los grupos artísticos de la Escuela Vasca; Gaur, Emen, Orain y Danok. En 1967 es detenido nuevamente y encarcelado en Basauri (Bizkaia) hasta 1969, cuando entra a formar parte de la Escuela de Deba.
A partir de este momento, participa en diferentes exposiciones y acontecimientos artísticos en torno al arte vasco. Participa en la Primera Muestra Indiscriminada de Arte Vasco de Barakaldo (Bizkaia) y en los Encuentros de Arte de Pamplona de 1972, también expone como único representante vasco en la Bienal de Venecia de 1976.
En 1977 realiza una de sus creaciones más ambiciosas, el mural Guernica, un gran friso narrativo de diez metros de largo como homenaje al Guernica (1937) de Pablo Picasso. Además, con esta obra contribuye al movimiento ciudadano que, impulsado por él y otros, reclamaba su instalación definitiva en el País Vasco.
En los años 80, fue profesor en la Facultad de Bellas de la Universidad del País Vasco y cinco años después es cesado por carecer de titulación. En 1987 el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Madrid, organizan una exposición antológica que posteriormente viajará a Zaragoza y Bilbao, en la que participará activamente.
Concluida esta etapa expositiva y retirado en su caserío de Kortezubi (Bizkaia), comienza a experimentar con el uso de materiales variados como traviesas de ferrocarril, cartones, palossecos, hierro colado, acero corten… Inicia la etapa que le llevará a realizar una larga serie de intervenciones artísticas en la naturaleza. Los troncos del bosque de Oma, cercano a las cuevas prehistóricas de Santimamiñe y a su residencia, se convierten en el soporte de una de las aventuras estéticas más atrevidas y conocidas de su creación, El bosque animado de Oma (1983-1987).
Agustín Ibarrola cuenta, a partir de la última década del siglo XX, con el reconocimiento por parte de las instituciones públicas vascas que le encargan varias esculturas y las sitúan en espacios públicos. En 1993, recibe la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes junto a los integrantes del Equipo 57 y es invitado por la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca para crear el Bosque de Olmos Secos (1995-1996) en esta ciudad.
En colaboración con RENFE expone, a partir de 1997, en varias ciudades de España sus famosas series escultóricas con traviesas, mientras sigue participando en diferentes exposiciones con obra gráfica y pictórica. Sus experimentos con elementos naturales toman realidad en estéticos paisajes artísticos como; «Piedras y árboles» (1999) en Allariz (Ourense), Los cubos de la memoria (2001- 2006) en el puerto de Llanes (Asturias), el escenario del auditorio al aire libre que, con 130 traviesas proyectó para la cuenca minera del Ruhr, en Bottrop (Alemania) en 2002 o las Piedras Ibarrola pintadas en la dehesa Garoza de Bracamonte (Muñogalindo, Ávila) entre 2005 y 2009.
Durante la primera década del siglo XXI destaca por su militancia antiterrorista y dona numerosas esculturas en homenaje a las víctimas del terrorismo Se exponen en lugares como Santander, Andoain, Ermua, Vitoria, Logroño, Alicante o Murcia.
Ibarrola continúa manteniendo su impulso creativo y su disciplina de trabajo en su retiro del Valle de Oma (Kortezubi, Bizkaia), en el caserío donde se instaló con su familia en los años ochenta.