La colección permanente

La clásica bailarina
Nº de inventario: 001
Técnica: Pintura sobre tela
Medidas: 151 X 110 cm
DESCRIPCIÓN
La bailarina en primer término, casi de cuerpo entero (no aparecen los pies). No se ofrece totalmente frontal. Mira al frente, en efecto, pero su cuerpo muestra un perfil ondulado, con la rodilla izquierda flexionada. Su mano derecha se apoya en la cadera y lleva la izquierda a lo alto del pecho, posándola sobre el pañuelo que adorna su cuello. Lleva con gracia un sombrerito blanco sobre la cabeza, algo echado atrás, que contrasta con la negrura de sus cabellos ondulados, desparramados por los hombros. Viste como bailarina, con fantasiosa falda de flecos, semi transparente, efecto que se alcanza con blanco, amarillo, verde y malva en fuerte contrate con las medias rojas de sus piernas. Alcanza cromatismos de cierta absorción formal. Cubre hombros y brazos con un colorista mantón español de atrevido cromatismo naranja, rojo, verde y amarillo. Aparece la Clásica en el interior de un patio, con dos columnas al fondo y unas escaleras a la derecha. En el suelo de baldosa roja se proyecta una luz tenue. El rostro de la bailarina es bello, apasionado, con ojos oscuros y tez morena de gitana. Es, sin embargo, fuerte y poderoso, en contraste con la delicadeza de la mano apoyada en el pecho, afilada y frágil. Con dibujo se ha construido la figura, pero el color se apodera de ella con el atrevimiento señalado (no renuncia, por ejemplo a los negros). Hay en este lienzo una admiración del hombre por la belleza de la mujer española.